sábado, 19 de febrero de 2011

Psicoanálisis


Tengo casi dos años estudiando psicología.
Aún recuerdo que antes de que fueran los trámites para entrar a la facultad, me dí a la tarea de investigar más sobre la carrera, me topé con un artículo de Neuropsicología y desde ese entonces supe que eso era lo que más me gustaba de la carrera. Sin embargo, otro campo que me interesa es el Psicoanálisis. En primer semestre decía que quería ser (entre broma y broma) "Neuropsicóloga psicoanalista".

El psicoanálisis es demasiado interesante, es, a mi manera de ver y con lo que he vivido, uno de los campos que ahonda más en la persona y en su comportamiento; todos los psicoanalistas que he conocido en la facultad están apasionados por su área, con una pasión que no he visto de esa forma en otros profesores. Las bases del psicoanálisis van desde el hipnotismo y el método catártico (insistir para que el paciente hable sobre los incidentes relacionados con los síntomas) de Freud y colaboradores, hasta lo que se conoce como "asociación libre" y es el método clásico, por así decirlo, que usa actualmente un psicoanalista.
Consiste básicamente en "sentarse en el diván y hablar". (claro que hay conceptos más específicos y que ahondan mucho mejor, solo estoy siendo espontánea con lo que sé).

Para poder estudiar bien el psicoanálisis (y de hecho la carrera también *cofcof*) es recomendado asistir tú mismo a terapia psicoanalítica. QUE MIEDO.
Y sé que se podría pensar "está estudiando psicología y le da miedo psicoanalizarse, ¿cómo nos va a motivar a nosotros a ir?" pueeeeeeees.. piensen eso si quieren pero en mi caso, creo que preferiría ir con un psicólogo que alguna vez se haya puesto en ese punto exacto y haya sentido miedo como humano, a un psicólogo que nunca se ha sentido intimidado con la idea de psicoanalizarse. Por que de alguna forma podría haber más empatía sobre lo que significa el asistir a terapia.. no sé, eso es en MI opinión.

De los libros que he leído sobre psicoanálisis, hay uno que se llama "mitos del diván" y hay un capítulo en especial que me llamó la atención, y trata la temática de que el psicoanálisis está dirigido solamente para personas locas (coloquialmente hablando); me encanta como el autor expone que, en realidad, el psicoanálisis ocupa personas con suficiente cordura, por que se requiere de fuerza y dominio propio para poder ir, abrirte completamente y poder enfrentarte a todo eso que no conoces de ti mismo y cambiar hábitos y conductas no productivas.

Y eso es lo que me hace titubear, por así llamarlo, de asistir a uno. No porque no tenga fortaleza suficiente, yo sé que la tengo, es sólo que siento miedo de enfrentarme a cosas de mí que están muy escondidas, a esas explicaciones inconscientes que justifiquen mis minuciosas compulsiones y los patrones que entablo en mis relaciones personales.. en fin, creo que después de todo el aceptar ésto ya es un gran paso para poder asistir a un psicoanalista muy pronto.