domingo, 8 de diciembre de 2013

Teaching

Siempre supe que tarde o temprano iba a escribir sobre esto.

Después de todo, es una de las actividades más enriquecedoras y que más han marcado mi vida hasta este momento.



Estaba en sexto semestre, cuando un maestro, amigo y una persona a la cual admiro, me preguntó si quería apoyarlo con sus clases.

Yo creo que accedí mentalmente casi en el instante, porque yo sabía que esta clase de actividad no se la ofrecen a cualquiera y que eso significaba que confiaban en mi para esa responsabilidad.. pero por mi personalidad muy tímida y sabiendo que aún cuando me tocaba exponer o hablar en público me ponía muy, muuuy nerviosa, vinieron muchos pensamientos a mi cabeza, como un reflejo: "No, no puedo, ni de chiste, no estoy preparada para eso"..  me sentí un tanto ansiosa.

Decidí tomarlo como la oportunidad que era, como un reto para mejorar y crecer; entonces dije que si.



Realmente no era la primera vez que algún pensamiento sobre enseñar se cruzaba por mi mente.

Cuando estaba en tercer semestre y vi a un compañero apoyando a un maestro con sus clases, pensé que ese trabajo sería muy buena opción para estar creciendo constantemente en conocimientos...

Me cuenta mi mamá, que un fin de semana que estaba en reynosa (durante esa temporada de tercer semestre), me acerqué y le dije:

-Ya sé que quiero hacer en un futuro, dar clases en la facu.
-¿Y sabes qué tienes que hacer para lograr eso?
-Si, sobresalir y ser la mejor en mi generación.

La verdad yo no recuerdo mucho la conversación, mi mamá me la platicó con detalles porque dice que le sorprendió mi seguridad.

Y, gracias a mi mamá, siempre he creído que cualquier cosa que haga, así sea sólo una tarea de la facultad, es bueno ponerle las ganas y hacerlo lo mejor que pueda porque de cierta forma ese trabajo lleva mi nombre.. aunque pudieran sonar como detalles pequeños, pienso que esa dedicación en cada cosa, es lo que termina haciendo que una persona sobresalga entre la mediocridad.

"Somos lo que hacemos día a día; de modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito"



Les he dicho a mis compañeros de cuarto semestre que no me digan "Maestra", porque para ser sinceros yo no tengo ese título, no soy "maestra" oficial de nada, sólo soy un apoyo. Pero este semestre que acaba de terminar una alumna me sorprendió con su respuesta:

-Si te decimos maestra, es porque nos estás enseñando algo. Y eso, para mi, te hace una maestra.

Aunque sigue siendo válido que no tengo el título oficial, eso me dejó pensando y me remontó a otras cosas que ya había notado.



Descubrí que quien se pone en frente de un grupo no está sólo ahí para mostrar el contenido temático de una materia.. Descubrí que quien se pone en frente de un salón tiene de 40 a 50 puertas (por grupo) para causar algo bueno, para dejar algo positivo en sus vidas.

Más allá que pararte ahí y leer diapositivas, te deberías de parar ahí para mostrarles a tus alumnos que tu profesión es apasionante...

que la psicología es apasionante.

No sé qué pasa con muchos de los maestros en la actualidad, que parecen olvidar esto... o quizá les dan una clase de conductual siendo psicoanalistas (tristes errores administrativos).

Espero, que si en algún momento llego a estar como "maestra" oficial en alguna escuela, no se me olvide que tengo frente a mi, oportunidades.. oportunidades para inspirar y no sólo para leer libros y explicar cosas.


domingo, 1 de diciembre de 2013

Perfect timing

2005. Siempre me había rodeado de gente más introvertida que yo, pero ese primer día de clases en la prepa le hablé a alguien que se notaba bastante sociable y "ruidosa"... de esas personas que había evitado toda mi vida, pero me acerqué a ella porque era la única chava que conocía por mis cursos de inducción.

Gracias a que ella tenía una perspectiva más amplia de su futuro, hubo influencia en mi para no quedarme en Reynosa a estudiar universidad.
Mis planes siempre habían sido quedarme en Reynosa.

¿Y si no hubiéramos quedado en el mismo salón en cursos? ¿Y si ese día en la prepa hubiera decidido hablarle a otra persona que se ajustara más a los "patrones de amistad" que tenía?

2008: Aprobé en Enfermería UANL, había presentado ahí porque no me permitían estudiar Psicología...

Días antes de los cursos decidí quedarme a estudiar inglés y entrar a una universidad en EUA porque mis papás, aunque me iban a apoyar económicamente, no estaban muy de acuerdo de que me fuera a Monterrey.

¿Y si me hubiera lanzado como quiera a estudiar enfermería en la UANL? ¿Si no me hubiera importado irme así, sin que mis papás se sintieran seguros de mi?

2009. Después de conocer consejeros cristianos ese año que no estuve estudiando, 
después de que la relación con ellos se afianzó como para que sintieran confianza de que estaría bien en monterrey,
después de que mi hermano hablara con ellos..

Mis padres aceptaron darme su apoyo y estar de acuerdo con que estudiara en la UANL.. y la carrera que yo quería, Psicología.

¿Y si hubiera sido así un año antes, o un semestre? No hubiera entrado al plan por competencias y 100% seguro que me hubiera ido al área clínica psicoanalítica ¿Y neuro? Ni de chiste me hubiera metido a conductual sólo para que se me "permitiera" entrar a neuro. 

¿Y si no hubiera estado en el "B" en área básica? ¿Y si Marco Tulio no me hubiera dado clases en 3er semestre? Quizá hubiera tardado más tiempo en saber que había un departamento sobre neuropsicología que no estaba en el laboratorio de psicofisiología (estuve de voluntaria en primero y no me gustó).

2011. Estaba en cuarto y entré de voluntaria al Departamento de neuropsicología, 

¿Y si no lo hubiera hecho? ¿Si me hubiera quedado con la mala impresión que me provocó la neuro del laboratorio? 

Entré justo el semestre que un egresado de área psicoanalítica estaba haciendo su Servicio Social y me mostró que abordar desde el psicoanálisis a un paciente de la neuro era posible.

¿Saben? Uno de esos días que era co-terapeuta de ese chavo, me "explicó" al paciente que estábamos evaluando desde la perspectiva de psicoanálisis y además, desde neuro.. fue cuando yo pensé: "Eso es lo que yo quiero, poder desglosar de esta forma al paciente".


Pasé a 5to semestre y me asignaron mi práctica en psicoanálisis, ese mismo día se me ocurrió ir al departamento de neuro.. sólo para saber cómo les había ido a mis compañeras que habían sido voluntarias.

Justo el rato que fui, me topé a Marco Tulio y me preguntó si estaba feliz con mi centro de práctica, le respondí que no y me dijo que me apuntara en una lista porque él enviaría una carta solicitando a los de esa lista para que fueran practicantes en neuro.

¿Y si me hubiera quedado con mi centro de práctica? ¿Y si me hubiera ido a cualquier otro lado ese día en lugar de a neuro? ¿Y si no me hubiera encontrado a Marco justo en ese rato?


No busco tardarme horas en contestar mentalmente todos los "hubiera", porque sé que nunca lo sabré, sólo puedo hacer suposiciones... 

Lo único de lo que estoy segura es que hoy estoy JUSTO en el punto en el que debería estar. En el lugar indicado. 

Cada día que salimos al mundo estamos expuestos a tomar decisiones que quizá puedan verse como insignificantes en ese momento... pero después cuando pasa el tiempo y volteas hacia atrás, te das cuenta que esa decisión significó dar una vuelta hacia la izquierda que te dirigió al punto en el que estás en este momento.

Y estoy feliz de estar AQUÍ.

¿Destino? ¿Suerte? ¿Casualidades? 

A mi me gusta llamarle Dios
A mi me gusta llamarle fe
A mi me gusta llamarle perfect timing.

lunes, 17 de junio de 2013

Decisión

Desde hace mucho escuché que muchas veces debemos elegir lo que es mejor para nosotros aunque a veces no sea exactamente lo que queramos.

¿Quién no la ha escuchado antes, verdad?

Y suena lógico pero a la hora de pasarlo a la realidad se puede tornar de lo más difícil.

Sobre todo cuando se trata de amor.

Sin la intención de juzgar a nadie porque no estoy en posición de ser juez, conozco personas que se quedan estancadas y tercas con querer estar con alguien que muchas veces ya demostró que pues.. no.. O quizá ni siquiera ha demostrado algo pero el simple hecho de estar ahí comienza a traer más peso que alegría.

Y se puede sentir todo el amor y estar completamente enganchado (HIMYM) con tal persona y okay, todos tus sentimientos van en esa dirección pero llega a un punto que ya ni siquiera te sientes feliz y comienzas a pasar más tiempo insatisfecho que el que pasas contento. Lo más triste es que siempre se sabe, siempre se está consciente cuando no es bueno estar así, cuando nos está causando mucho daño... pero solamente es difícil tomar la fortaleza dentro de cada uno para decidirse por sobre esos sentimientos, y darse una vuelta, cerrar un círculo, dejar cosas atrás.. No es imposible, ya lo viví. Pero se requiere tener coraje suficiente y consistencia.

Realmente lo que se tiene que decidir no es muy complicado. Basta con dejar de hacer algunas cosas o dejar de responder como se estaba respondiendo. Pero de alguna manera lo queremos pintar muy complicado.

Repito, lo que se DEBE de hacer es relativamente sencillo. Pero el sostener y amarrar los sentimientos es lo difícil... Porque nadie quiere dejar algo que le gusta. Sin embargo hay que meditar; ¿Cuánto has perdido? ¿Cuánto más se necesita perder?

Quizá soy algo cuadrada para hacer las cosas, pero en mi opinión personal creo que no todo lo que llegamos a decidir en la vida tiene que estar solamente en función a cómo nos sentimos, a veces hay que ponerle un poco de cabeza y ser sinceros con nostros mismos.

sábado, 1 de junio de 2013

Faith

Últimamente he estado triste.

Y hace un par de días me enteré de unas cosas que me hicieron sentir muchísimo pesar y la verdad me sentí impotente.

Otras veces había escrito que considero que una de las peores emociones que se pueden experimentar es la impotencia, el sentirte sin armas para realizar algo que necesitas hacer...y así me sentía.

Desde cuna me han inculcado el creer en Dios y en tener fe, el ir a la iglesia y esas cosas.

Hoy en día que tengo mi propia manera de pensar, realmente sigo conservando esos principios porque yo misma he descubierto que mis días son mucho mejor cuando creo y confío en alguien superior.

A veces las religiones nos pintan a un Dios distante y enojado, que sólo está para juzgarnos por nuestros errores y ya. Es muy triste porque esa clase de cosas en lugar de acercar a la gente a Dios, la termina alejando.

Me gusta conocer a Dios como un amigo, como un consuelo, como una esperanza, como un soporte, como todo lo sublime que puede existir... Me gusta orar a Él.

Hace un par de días, sintiéndome completamente perdida, me senté en mi cama viendo la ventana y el cielo, antes de que fueran las siete de la mañana, suspiré y comencé a orar...

Le dije a Dios que me había metido en un callejón y que no sabía que hacer, que me sentía sola y sin respuestas... Que me sentía cansada y que ya no podía hacer las cosas por mi cuenta. Que había cometido errores y ya no quería seguir cometiéndolos. Le platiqué la situación y le dije que la ponía en sus manos, que estaba segura que Él tenía la mejor solución y que me ayudara a sentirme tranquila y descansar en Él. Le dije cuanto desearía poder conversar directamente con Él y escuchar su voz.

Mi mamá siempre me ha dicho que podemos hacer una oración y después abrir la Biblia en el primer pasaje que encontremos y es como si tuviéramos una respuesta de Dios.

Entonces hice eso, pero con otro libro que tengo. Para mi sorpresa, la primer página que encontré al abrir el libro, decía así:

"Mi princesa, yo puedo hacerlo todo.

Sé lo mucho que te cuesta creer que mi poder está a tu disposición en forma personal. Lo único que puede evitar que mi poderosa mano obre en tu vida eres tú misma, mi amada. Recuerda que yo he colocado dentro de ti un poder igual al que mostré al levantar a mi hijo Jesús de los muertos. No permitas que las desilusiones o los temores del pasado te priven de pedirme lo que necesitas y de creer que mis tiempos son perfectos. Continúa buscándome con todo tu corazón y obedeciendo todo lo que yo te diga mientras esperas en mi. Quiero que sepas que yo siempre mantengo mi palabra y cumplo mis promesas. Aún cuando el mundo te decepcione, yo te volveré a levantar. Y seré leal a ti hasta el fin de los tiempos y aún más allá.

Con amor, 
Tu verdadero Rey. "


Ese libro me lo regaló mi mamá hace un mes. Se llama "Su princesa: cartas de amor de tu Rey". Y cada página tiene un formato para una situación diferente.

Cuando lo leí empecé a llorar mucho.

Es en esta clase de cosas y detalles que veo a Dios, que lo siento cercano a mí, cuidándome y al pendiente de mi. Eso me hace sentir una paz inigualable.


Esa mañana agarré mi mochila y me fui a la escuela. Esa mañana fue ayer.

Gracias Dios, por ser tan real en mi vida.

jueves, 25 de abril de 2013

Lo que más


Recuerdo hace un tiempo que estaba sentada platicando con una amiga sobre el por qué me era tan difícil pasar de esa temporada de "salir con alguien" a "tener una relación de noviazgo". Recuerdo que le contaba sobre el hecho de no haber tenido novio alguna vez pero si haber salido con varias personas a lo largo de mi vida.

La verdad es que con todos terminaba inventándome una excusa para dejar de salir, para convencerme que no me gustaba lo suficiente, que no lo quería, etc.. En introspectiva puedo decir que todo eso se resume a un miedo, pero un miedo fundamentado en algo que yo veía en otras personas.

¿Han conversado con alguna amiga sobre un viejo amor, sobre una relación que ya terminó? Sin importar que mis amigas y/o conocidas ya tuvieran otra relación estable, al hablar sobre ESE ex significativo, hacían ESE gesto que no puedo describir de ¿melancolía? ¿pesadez?… a PESAR de que ya hubieran pasados años, a pesar de que estuvieran seguras de ya no sentir algo por esa persona… una parte de sus gestos reflejaban "algo".

¿Algo que "no se va"?

Mi perspectiva es que, cuando decides andar con alguien de una forma seria, estás aceptando que en algún momento, si la relación termina, vas a cargar con esa persona, con esos recuerdos, con ese ALGO. 

Y entonces eso es lo que me detuvo, sabía que debía ESPERAR por alguien que me moviera lo suficiente para querer decir "no importa que se llegue a terminar, estoy dispuesta a cargar con algo de esa persona por tiempo indefinido…"

El verdadero amor, siempre valdrá esa pena.


Quiero dedicarle un agradecimiento a Shakira por inspirarme un momento medio emo y la inspiración para escribir estas cosas.

jueves, 10 de enero de 2013

Los ojos de mi princesa.




Es bien extraño, este libro ha sido de mis favoritos y creo que nunca he escrito sobre el. Cuando estaba en la secundaria leí la versión resumida: "La fuerza de Sheccid", después en la preparatoria sacaron a la venta una versión extendida, la compré y leí un par de veces.


Hace unos días me aventé a leerlo de nuevo, y lo terminé en menos de un día..  Ojalá así leyera cosas de la escuela jajajaja.



Trata de un chavo que se enamora platónica e intensamente de una compañera de su escuela, entonces, lo que creía que era amor, lo impulsa a sobresalir en el deporte, en la declamación.. en el ámbito como persona. La idealiza y al final (spoiler) se da cuenta que la chava tenía valores muy diferentes a los de él y que no tenía la moral, digamos, que el esperaba del "amor de su vida". De hecho la chava forma parte de una secta, fuma, toma y se deja manosear por tipos (la quemo, la quemo haha).



El punto es que todos nos enamoramos y muchas veces enfocamos esa energía en cosas no tan productivas, hasta pareciera que no nos damos cuenta que el estar enamorado significa tener todo aquí, a la mano.. toda nuestra fuerza, inspiración... Hay que aprender a utilizarla, hay que enfocarla en tratar de mejorar aspectos de nosotros mismos, CREECER.



El enamoramiento puede llevarnos a dos caminos: al amor o a un corazón roto.



Me gusta este libro porque te muestra una solución y un desenlace satisfactorio a pesar del corazón roto, el protagonista terminó muy mal con sus sentimientos.. de hecho, pasaron dos o tres años en los que perdió todo el contacto externo que tenía: estuvo escribiendo una historia de cómo conoció a la chava y cambió el final por uno que le fuera más aceptable (o sea, en el final que escribe, mata a la chava jaja).



Puede que después del enamoramiento se haya quedado con el corazón roto y sufriendo, pero dentro de todo eso.. logró escribir, ganar concursos de ciclismo.. inspirado por ella.



Estoy de acuerdo con muchos puntos de vista que se plantean en el libro y de hecho, ahora que lo leí, vi que había muchas cosas descritas que yo he asumido como mi perspectiva del amor y del noviazgo, pero ya ni recordaba que lo había leído así tan claro alguna vez. La primera vez que lo leí fue en mi adolescencia: una época crítica y estoy agradecida de haberlo hecho.



No quiero decir que soy una experta en estas cuestiones, porque realmente no, soy muy torpe.. pero he logrado tener las cosas más claras, sé lo que me gustaría en una relación y sé lo que podría dar.



Actualmente es bien difícil encontrar personas que tengan "madurez" o compromiso o sinceridad (real, no sé como llamarlo).. para mantener una relación seria de noviazgo, el concepto del amor se ha diluido en banalidades .. la verdad, me he decepcionado mucho. Estoy decepcionada, de hecho.. pero realmente eso no me hace cambiar mi manera de ver las cosas. Si me doy un buen tope a futuro, quiero quedarme con el crecimiento personal de haber sacado lo mejor de mi. 



Sobre todo, no hay que perder la esperanza de encontrar.


Les dejo la última parte del libro: