miércoles, 28 de diciembre de 2022

Un café con mi fantasma

Hace poco tuve un malentendido que me llevó a reflexionar varias cosas y mi primer pensamiento fue escribir acerca de ello, porque siempre me da bastante alivio hacerlo... luego pensé “nahhh, creo que es muy personal”

 

Tres doritos después y heme aquí jaja

 

La verdad me relajé un tanto porque, aunque comparto mi blog en Facebook, la privacidad de mis publicaciones me permite estar más tranquila con la idea de escribir aquí. Además, ni que fuera tan popular ¿verdad? jaja y a eso hay que sumarle que no hay mucha interacción con los blogs o los escritos en estos tiempos. Ahorita todo se centra mucho en imágenes, historias de Instagram

Yo soy malísima con esas cosas; una vez que estaba de vacaciones, una amiga me pidió que le tomara una foto y le terminé tomando una foto donde ella salía sin cabeza... Parece chiste, pero es anécdota

Así de mala soy con la fotografía, jaja. De todas formas, si me parece interesante la dedicación que se le pone a obtener la mejor toma y el enganche que genera la documentación de momentos temporales en las redes sociales. Y no es crítica, tampoco pienso que sea algo “superficial” como algunos lo catalogan. Creo que a final de cuentas yo hago algo equivalente con la dedicación de escribir mis entradas o algún tweet. Y a veces siento que expongo mucho de mi al escribir, pero bueno... total, mi blog siempre ha sido muy personal

 

Parece que toda esta introducción es un desvío de tema, yo sieeeempre me desvío de temas. Pero esta vez si voy a un punto... Creo ...

El punto es que cuando uno escribe es como si materializaras tus pensamientos, como si se hicieran más “reales”. Además, de cierta forma, al exponerlo te vuelves vulnerable al que te lee, te abres al juicio del otro. Me recuerda una canción de Anna Nalick en donde dice algo estilo que “las palabras de su canción son como su diario hablando en voz alta y que quien las escuche podrá interpretarlas como quiera”. Que preciso, ¿no?

 

Como decía, hace poco tuve una reacción impulsiva ante una situación aparentemente de lo más equis... y al hablarlo con mi mejor amiga, ella me cuestionó específicamente qué era lo que me había hecho enojar *pausa de agradecimiento con Dios por contar con una amiga que sabe que me siento escuchada si me hace preguntas cuando le cuento algo*

E intentando responderle fue que me di cuenta que la situación me despertó un fantasma, me tocó una fibra sensible. No recuerdo cuando empezó, pero tengo una inseguridad latente de poder llegar a ser una persona aburrida

 

Y ahí hay dos puntos importantes que puedo rastrear, el primero es que crecí en un hogar cristiano y de cierta forma no llevé el típico desarrollo social, de ir a fiestas, bailar y esas cosas comunes. Ademaaas (no sé si consecuencia, agregado o que), tengo una personalidad bastante introvertida

Siendo honestos, el ser extrovertido es bastante recompensado en la sociedad; las personas suelen valorar a la gente que habla alto, que se conducen con seguridad y espontaneidad. Quizá me he rodeado de gente muy extrovertida, pero a veces es fácil que me sienta como “fuera de lugar”

 

Yo creo que crecí quizá con esa inseguridad de sentirme diferente y luego (para colmo jaja), durante la adolescencia, una amiga muy cercana alguna vez me dijo “tú sólo quieres hablar, y a mí solo hablar a veces me aburre” y desde ese punto pienso que le di un nombre a esa sensación. Una parte de mi comenzó a tener miedo de ser “aburrida” para los demás

 

Y lo estoy escribiendo no para que alguien venga y me dé palmaditas en el hombro o me reafirme que no soy aburrida, para naaada. Solo quiero ser transparente al describirlo tal cual

 

Aparte, me gusta como le queda el término de “fantasma” a esa sensación, porque realmente no parece estar en una especie de registro consciente; como algo que yo pueda controlar o moldear por mi forma de pensar. Más bien, aparece cuando intento darle sentido a mis enojos o tristezas. Pasa algo, lo percibo de cierta manera, reacciono (a veces) y después, meditando los por qués, es cuando puedo ver que la raíz de mi reacción fue ese miedo inconsciente

Y en este punto pasa algo similar a lo que decía sobre escribir; poner en palabras esa sensación, hace que pase por un filtro más “consciente”, pareciera que lo hace más real

 

En varias ocasiones mi terapeuta me ha comentado sobre una tendencia que tengo de evitación hacia las relaciones y se ha encontrado la raíz con el hecho de que durante mi crianza tuve una sobre-atención que me generó cierto desgaste hacia las demandas sociales. Pero creo que también entra este fantasma aquí

A mí me encanta estar disponible para apoyar y escuchar a mis amigos, les doy mucha importancia. Pero cuando se trata de mí, la verdad algunas veces me cuesta externar mis propias batallas o pedir ayuda y es quizá por eso... pudiera ser que me da algo de pendiente ser una carga o aburrir. Sé que mis amigos también me escuchan y me apoyan al mil, solo si pienso que es factible que pudiera ser esa inseguridad escondida en algún lado dentro de mí la que me frene al dialogo

 

Y eso me ha estado rondando la cabeza últimamente, porque no es algo de ahorita. Es algo que ya estaba ahí y que en ciertos momentos se vuelve a activar

 

Sin duda que una ventaja de estar llevando un proceso terapéutico es preciso eso... reconocer tus fantasmas, miedos, inseguridades; rastrearles las posibles explicaciones, entenderlos y aprender a sobrellevarlos cuando aparezcan. Echarte un cafecito con ellos para darles un espacio de escucha. También implica asumir responsabilidades una vez que te das cuenta que reaccionaste de tal o cual manera porque te tocó esa fibra sensible, saber que quizá las otras personas no tuvieron por completo la “culpa” realmente y aprender a pedir disculpas

Al final, supongo que todos cargamos con nuestros fantasmas; con esos registros inconscientes que muchas veces son las explicaciones del por qué ciertas conductas o palabras del otro nos “calan”, nos hacen enojar o poner tristes

 

Tengo como cinco años que empecé a escribir propósitos para cada año, y siempre el primero que pongo es mantener contacto con las personas importantes. Y lo que me pasó en estos días es un ejemplo claro de una buena razón para hacerlo. Cuando externas lo que pasó con alguien, te da la posibilidad de digerirlo y desmenuzarlo. Y luego ir a escribirlo en tu blog jaja

Y ya habiéndolo puesto en palabras, la verdad puedo razonar que, a final de cuentas, no se puede hablar en términos absolutistas, seguramente no existe una persona que es diversión o aburrimiento el 100% del tiempo. Capaz y sólo debo aceptar que yo puedo ser un 70-30 y ya jaja

 

Otro propósito frecuente de mis listas es escribir más seguido. Este 2022 no lo incluí e irónicamente escribí más jaja así que creo que este 2023 lo dejaré como simplemente escribir cuando quiera pasar por el registro consciente los caos mentales o andar cazando fantasmas...

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

<3
Usted es perfecta así como es …